Soy usuario de Protonmail desde sus inicios, cuando estaba en beta.
Con el tiempo también fui usuario premium de Protonmail y ProtonVPN, y actualmente sigo siendo cliente premium de Protonmail, hasta octubre de este año.
Aposté por Protonmail porque me convenció su postura respecto a la protección de los datos de los usuarios. En seguridad informática, cuando se utilizan servicios externos, todo pasa por la confianza, y eso es una decisión personal de la que debe responsabilizarse cada unx.
Con el paso del tiempo he notado cambios, tanto en lo tecnológico como en sus políticas y acciones que me llevaron a decidir abandonar sus servicios.
Más allá del precio, que es bastante exorbitante para usuarios de Argentina, y que ciertas características del servicio estén detrás de ese paywall, los recursos necesarios para poder acceder a UNA CUENTA DE MAIL, son ridículos.
La web es cada vez más lenta y sobrecargada y no veo que tanta tecnología e innovación haya agregado ningún valor a mi experiencia.
La aplicación Proton Bridge, que es una de esas cosas que está detrás del paywall, y que debería ser un servicio mínimo que hace de puente entre el cliente de correo y el servidor de Proton, requiere 2GB de RAM para funcionar. Es indignante.
La migración a otro servicio de mail es un trámite altamente complejo y potencialmente problemático para cualquier persona con una actividad en Internet tan activa como la mia, pero no es la primera vez que lo haya hecho, y probablemente no sea la última.